BENDIGO A MIS HIJOS

Bendiciones, bendecir y ser bendecidos ¿lo recordaste verdad? Ese momento en el cual recibiste una buna noticia y dijiste “esta es una bendición”, o quizá sucedió que todo te salió bien y fue tu frase de esta manera “fue un día de bendición”, ¿sonreíste?  Eso es bueno ya que una sonrisa hermosea el rostro, y que mejor sonrisa de ese pequeño o pequeña que te dice “Mamá” “Papá”. Lo viste en sus primeros pasos, cunado dijo sus primeras palabras, quizá lloraste porque se hizo daño y te dolió más a ti que a él. Estuviste ahí cuando tuvo una pesadilla, oraste con él, le enseñaste muchas cosas y ahora te toca bendecirlo tal como lo hizo Isaac con su primogénito

“Si este es el olor de mi hijo.

Es como un campo bendecido por el Señor

Que Dios te dé la lluvia del cielo,

Las mejores cosechas de la tierra,

Muchotrigo y mucho vino

Que mucha gente te sirva;

Que las naciones se arrodillen

Delante de ti.

Gobierna a tus propios hermanos;

¡Que se arrodillen delante de ti!

Los que temaldigan serán malditos

Y los que te bendigan serán benditos”

Y es así como Isaac bendice a su hijo, Dios nos da la bendición de ser padres, de guiar a una pequeña semilla a través de sus caminos y que no se aparte de él, ellos son una bendición y algún día el rey de reyes y señor de señores nos pedirá venas sobre como fue que tratamos a esos pequeñitos.

Enséñale el respeto, a leer la biblia, a orar, a obedecer a sus mayores, que él o ella sepa que arriba sobre toda autoridad es esta la del Señor, que a él se debe agradecer por todo lo que tiene y tendrá que la fe es fundamental en su visa. Que debe entregar lo mejor de él y hacerlo de la mejor manera, que no importa cuán hermoso sea lo que le entregue a nuestro señor Jesucristo si no lo hace de la mejor manera no sirve, es como un sacrificio hacia el vacío.

Tus hijos son las semillas que tú cuidaras en la tierra, lo nutrirás con las lecciones y consejos que tú sepas o que sus mayores le den. Pero no lo insultes, no lo hagas sentir menos, deja que sepa que aunque falle tu estará ahí para animarlo a que vuelva  a internarlo, que puede hacer cualquier cosa que se proponga, que recuerde que tú eres su padre o madre pero también que eres su amigo.

Un día dejara de ser una semilla para convertirse en un árbol que tiene un tronco fuerte, tendrá hojas verdes y hermosas, y dará frutos abundantes. ¿Eso es lo que quieres verdad? Que el que ahora es un pequeño que está aprendiendo a caminar se convierta en un hombre o una mujer temerosa de Dios que todo lo que planea hacer le salga bien. Que no importa donde este siempre tendrá su moral antes que su ambición, que jamás se olvidara a quien sirve realmente y ese es nuestro Señor Jesucristo.

Eres el maestro de tus hijos, eres su amigo, eres un ejemplo, eres el jardinero de esa pequeña semilla, bendice su vida…bendice a la bendición que se fue otorgada.

Transcriptor: Evelyn Juaniquina Rocabado

Fuente: Día de bendición y dedicación de nuestros hijos – expositor: Rev. Enrique Valenzuela – Yo lo Bendije, y será bendito