DIOS ES POR NOSOTROS

DEVOCIONAL:

¿Qué pues diremos a esto? Si Dios es por nosotros, ¿quién contra nosotros?

Romanos 8:31

Este es un hermoso pasaje en el cual podemos refugiarnos ante las amenazas del enemigo; nuestra alma se reconforta porque una vez más Dios, la máxima autoridad de esta tierra y del universo, nos dice: No temas.

La biblia nos enseña en el evangelio de Juan 10:10 el propósito, la posición que tiene el diablo en nuestras vidas; hurtar, matar y destruir. Esa es la manera de obrar que emplea, está muy en contra de nosotros. Pero y como dice la escritora Joyce Meyer “Dios está sobre nosotros, debajo de nosotros, a través de nosotros, por nosotros, y alrededor de nosotros.” Amén, Dios es por nosotros.

No debemos intimidarnos del ejército enemigo quizá, así como Gedeón tus enemigos parezcan como la arena de mar: problemas en la familia, en la economía, en la salud, etc.Y tu ejército se haya reducido: tus amigos desaparecieron, tus familiares o incluso tus padres te dejaron solo, sola. No te turbes porque todo aquello no es un problema para el Dios que tenemos. Aun con un ejército reducido Dios le dio la victoria a Gedeón, entregó en sus manos a los madianitas y también quiere darte la victoria a ti.

Si Dios es por nosotros, ¿quién contra nosotros? Esa oración es una estocada muy fuerte para el diablo, así que tienes que recordárselo cada día de que Dios está peleando por ti y va delante, ningún recurso que use el enemigo le dará la victoria. Cuando sientas los golpes de la duda medita en la grandeza de Dios, en su fidelidad; Él no le ha fallado a nadie. Así lo dijo el Apóstol Pablo en Colosenses 3:2 Poned la mira en las cosas de arriba… Concéntrate en la grandeza de Dios y alábale por lo que está haciendo. Recuerda que la adoración hecha en espíritu y en verdades un arma muy poderosa, podemos verlo en Jueces 7:22 Y los trescientos tocaban las trompetas; y Jehová puso la espada de cada uno contra su compañero en todo el campamento…¡Impresionante! La adoración y la alabanza confunden en gran manera al enemigo, confunde su obrar.

Por: Mariela Cespedes Peñafiel