LA ACTITUD, LA DIFERENCIA ENTRE PERDER Y GANAR
El año 1991 en Arizona se desarrolló un experimento en una hectárea de tierra donde crearon un ambiente cerrado, algo parecido a una burbuja, esta inversión costó ciento cincuenta millones de dólares, todo esto para crear una pequeña selva y un desierto, quisieron crear un pequeño ecosistema para ver la posibilidad de hacer algo parecido en otro planeta, este experimento daba buenos resultados, pero a pesar de ello no podían resolver el problema de que cuando lo árboles crecíandespués de unos años se derrumbaban, y descubrieron que las raíces eran pequeñas y los frutos no eran muy satisfactorios e incluso algunos no daban frutos. Los científicos pudieron imitar todo, menos el poder del viento, ellos se dieron cuenta que el viento que zarandea a los árboles hacía que sus raíces se fortalezcan, echen más profundidad y que produzcan frutos.
Aunque no nos gusta enfrentar las tormentas de la vida, son necesarias, la vida es como soportar los vientos que vienen a zarandearlo a uno, porque sino soportamos los vientos de las dificultades, no echaremos raíces y no daremos fruto, ¡eso nos fortalece!, la situación que estés atravesando puede ser desagradable, a lo mejor te hizo llorar y sufrir, pero todo aquello Dios lo convertirá para tu bendición, te hará más fuerte, darás frutos y te gozarás cuando veas el resultado de tu aflicción.
Lucas 13:6-9″ 6 Dijo también esta parábola: Tenía un hombre una higuera plantada en su viña, y vino a buscar fruto en ella, y no lo halló. 7 Y dijo al viñador: He aquí, hace tres años que vengo a buscar fruto en esta higuera, y no lo hallo; córtala; ¿para qué inutiliza también la tierra? 8 Él entonces, respondiendo, le dijo: Señor, déjala todavía este año, hasta que yo cave alrededor de ella, y la abone. 9 Y si diere fruto, bien; y si no, la cortarás después». El Señor es paciente, cuatro años le dio el Señor a esta higuera para definitivamente cortarla, el Señor tampoco puede estar toda la vida esperando a que uno de fruto, ya es tiempo de que alcances tus sueños y tus metas, de que veas resultados en tu vida, el Señor te dice que ya es hora de que seas fructífero.
¿Sabes cuál es el problema de las raíces pequeñas en la vida de uno? si no se tiene las raíces profundas en el conocimiento a quien uno sigue y sirve, uno se verá golpeado por los vientos y caerá fácilmente.
No puedes controlar la longitud de tu vida, porque solo Dios dirá cuantos años vivirás, pero si puedes controlar su profundidad y su alcance, porque no se puede tener alcance sin profundidad y sin compromiso, no se puede tener resultados si siempre se está renunciando, nunca crecerás espiritualmente si te estás congregando en diferentes iglesias, nunca habrás desarrollado tu vida si no tienes raíces profundas.
El Señor nos anima y nos dice en la biblia que sin raíces y sin compromiso no vamos a tener frutos, tienes que comprometerte con tu matrimonio si quieres que resulte, tienes que renunciar a la idea de escapar ante cualquier problema o incomodidad que se presente, hay cosas que no se resuelve huyendo.
¡No lograrás nada sin compromiso!, las personas que están comprometidas son como Jacob que dicen, «no te dejaré si no me bendices».El árbol no caerá ante el primer estornudo del enemigo, soportará el vendaval porque está fundado en la roca que es Cristo, no se ha edificado sobre la arena, vienen lluvias y vientos, pero nada lo derrumba. Si sacas a Dios y a la biblia de tu casa, caerá el árbol, ¿que sostendrá tu casa si no tienes a Dios en tu hogar?, no saques la biblia de tu casa, la biblia dice «maldito el hombre que confía en el hombre y bendito el hombre que medita en su palabra de día y de noche, será como el árbol plantado junto a las corrientes de las aguas que da su fruto a su tiempo y su hoja no cae, sus raíces serán fuertes”, la actitud es lo esencial, puedes alcanzar o perder la victoria, todo dependerá de cómo vas a responder, evita las raíces de amargura que son contagiosas, recuerda la obra de Cristo en aquella cruz, las tinieblas, satanás y la muerte no tienen la última palabra, recuerda que al final siempre se gana.
El Señor dice en su palabra, «no he permitido esto para que seas destruido, no he permitido esto para acabarte» no podrás echar raíces si andas caminado constantemente , debes establecerte en un lugar y echar raíces para crecer y dar fruto.
Predicador: Rev. Enrique Valenzuela
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