Nosotros estamos hechos para vivir en sociedad, por eso el Señor nos dice que debemos congregarnos porque es la única forma que tenemos de crecer espiritualmente, si dejas de congregarte es cuando dejas de alimentarte y empiezas a flaquear.

Génesis 2:18 Y dijo Jehová Dios: No es bueno que el hombre esté solo; le haré ayuda idónea para él.

Cuando uno está soltero o casado debe practicar el perdón, y  cuando falla debe acercarse a Dios y estar a cuentas con Él, nosotros como personas imperfectas necesitamos practicar el perdón aun así con nuestros amigos si queremos seguir teniéndolos cerca y que esa amistad sea duradera, así también si quieres que tu matrimonio sea duradero tienes que aprender a perdonar. Somos como baldes y por cada situación que no has perdonado  es con una gotita que va llenándose y aunque digas que ese balde nunca se llenará  solo es cuestión de tiempo y luego escuchamos decir el viejo refrán  «la gota que colmo el vaso«, si tú sigues acumulando situaciones que no has perdonado llegará un momento en que tu vas a rebalsar y toda esa presión puede traer una consecuencia terrible a tu vida.

Debes recordar que lo que pienses de tu conyugue va a determinar el futuro que ha tener tu matrimonio, por eso es muy importante que cuando uno está en la etapa del noviazgo no solamente debe enfocarse en el momento lindo que pasa, porque en esta etapa uno comienza a idealizar a las personas y nunca notará sus defectos, lamentablemente después de que uno se casa uno  tiende a ver los defectos.

El peor error que podamos cometer es invertir la formula,  ¿cómo es esto? es que cuando estas enamorado te enfocas en todas las cosas buenas que tiene tu futuro conyugue, y en el matrimonio lamentablemente te concentras en los defectos, tienes que madurar para superar esa etapa, porque si no la lo superas esta situación te llevará al menosprecio hasta llegar al aborrecimiento.

Debemos de pedir perdón inmediatamente, el Señor dice «cuando tengas un problema con tu adversario trata de ponerte de acuerdo con él en el camino, no vaya a ser que él te entregue al juez y el juez al verdugo»,  esto habla de que hay personas de que han llegado a poseerse de demonios por falta de perdón y hay demonios que están controlando su vida porque la amargura ha abierto una puerta.

La falta del perdón trae raíces de amargura y estas raíces nos alejan del trono de la gracia, la gracia es la fuerza el poder que necesitamos para hacer aquellas cosas que con nuestra fuerza humana no podemos y esto viene de Dios.

Para empezar de nuevo debe existir perdón, Dios quería reconciliar al hombre y Dios y para esto tuvo que haber perdón, ¿qué es el perdón? , es olvidar, el Señor dice: tomaré tus pecados lo echaré a lo más profundo de la mar y nunca más me acordare de ellos, por lo tanto si no practicamos el perdón del amor genuino que el Señor nos enseña no podremos empezar de nuevo, un matrimonio puede llegar a decir «empezaremos de nuevo, nos hemos dañado mucho» entonces para poder empezar esta relación se necesita un genuino y verdadero perdón, y ¿cómo practicar el perdón?, es olvidando, es dejando de pensar en el asunto, es evitando que tu corazón siga sangrando por el recuerdo.

¿Cómo podemos perdonar de verdad? podemos hacerlo dejando de ejercitar la memoria y… ¿cómo dejar ejercitar la memoria? es dejando de repetir, este es uno de los primeros pasos para dejar de ejercitar la memoria a cerca de asuntos que dolieron, es que a veces es lo que más usamos cuando pensamos en el asunto, si quieres evitar que tu corazón se llene de amargura ¡olvida! y ¿cómo logras olvidar? dejando de pensar en el asunto.

PREDICADOR: REV. ENRIQUE VALENZUELA/ TODOS NECESITAMOS UN MILAGRO EN LA FAMILIA

TRANSCRIPTORA: FABIOLA CHECA