DE MISAS SATÁNICAS A PREDICAR LA PALABRA DE DIOS
Gálatas 1, 15 “desde que nació Dios ya lo tenía separado”
El Rev. Eugenio Jesús Masías Corbacho nació en familia católica, su madre tuvo varias hijas mujeres y pidió al santo “señor de los milagros” en una imagen estatuilla que pueda nacer este hijo varón, tal cual con el tiempo nació varón, su nombre Eugenio es por petición del padre, y su madre (Hilda) le puso Jesús en homenaje al “señor de los milagros”, una familia con todas costumbres católicas, Eugenio de niño recuerda que su padre engañaba a su mamá con otra mujer, un día al salir de la escuela se enteró que su hermana menor murió atropellada, es ahí donde Eugenio se preguntó, ¿Porque paso eso si tenía un buen comportamiento?.
A los 5 años curiosamente vio como un pájaro negro se metió en su habitación, a los días extrañamente vio a un hombre con bigotes y traje, el susto le trajo pensamientos de fantasmas, él tenía el gusto de ir a los cementerios tanto que llevaba a su novia a pasearla ahí, él cuenta que sentía amar a alguien que no sabía quién era, entonces su madre le invitaba a ir a las actividades de la iglesia (procesión) en la que un señor le dijo “Dios no existe”, a los días Eugenio y sus amigos le llevaron serenata en el cumpleaños de su madre, ella le advertía portarse bien porque la visitaran familiares y entre ellos un tío cura (padre) reconocido, ese día todos bailaban en la sala de su casa, al terminar la misma quedaron pocos y es ahí en la que llego el tío cura, en medio de la celebración su madre le pregunta al cura “¿Existe el cielo y el infierno?”, el responde que el cielo y el infierno esta acá en la tierra, Eugenio piensa que si es así y pregunta, ¿Para que la misa?, ¿Para que la procesión?, el tío responde, que “si la gente sabe eso, no funcionará la cosa”, a los días Eugenio asistió a un velorio de un ateo por curiosidad, en el mismo encontró un cura que despedía al fallecido al cielo, al saber que el fallecido fue pecador se preguntó, ¿Por qué se fue al cielo?.Eugenio no encontraba respuestas y se hacía más preguntas, ¿Si Dios existe por que murió su hermana?, ¿Por qué papá se fue y abandono a su mamá?, ¿Por qué tanta maldad?, ¿Por qué enfermedades incurables?, ¿Dónde está Dios? Y no encontraba respuestas.
Al estar ya casado Eugenio se fue a Estados Unidos en la que conoce una mujer en medio de vanidades, al volver a su país Eugenio deseaba que su esposa la engañe para librase de ella y quedarse con la mujer que conoció, la desprecio. Una noche Eugenio quiso estar con su esposa en la intimidad, ella lo rechazo y respondió; “conocí a alguien, se llama Jesús, Jesús de Nazaret, Jesucristo”, respuesta que no agrado a Eugenio, al salir se encontró con su hermano Eduardo quien ya se convirtió cristiano, él le dice; “acá esta la verdad”, mostrándole la biblia le anuncio que Jesús usará a Eugenio para que toda su familia se salve.
Eugenio volvió a viajar buscando que hacer de su vida, aun visitaba cementerios, terminó en una cárcel de Colombia, deprimido, él se consideraba no tener religión, un tiempo después volvió a Estados Unidos a trabajar en la que conoció a personas del Asia, personas que tenían distintas religiones, Eugenio encontraba sentido a las palabras de su tío cura (el cielo y el infierno está en la tierra), ahí se le apareció un señor que le invitó a registrarse para contar con su Seguro de Vida, el acepto porque implicaba que su vida no tenía sentido y al morir recibirí a su familia mucho dinero, a los días le invitaron a una fiesta de lujos y en la misma le ofrecieron vender Seguros de Vida, ahí vio un altar, le prendían las velas y al instante comenzó una ceremonia en la que llega extrañamente un personaje al que todos le adoraban, Eugenio le dio la mano y el personaje sin conocer lo supo todo de él, sabía que iba al cementerio y le pronosticó tener mucha plata en el futuro, Eugenio sorprendido preguntó a los invitados ¿quién era?, ellos le respondieron: “siete rayas, príncipe de la tinieblas”. Desde entonces Eugenio asistía a misas negras, fiestas satánicas, experiencias espirituales obscuras, adivinaciones, él se admiraba y quería más, se dio cuenta que varias personas incluso reconocidas tenían pactos satánicos, llegaba gente nueva y los sanaban, liberaban de la cárcel, Eugenio ya había poseído riqueza extrema, mientras tanto su esposa oraba por él, su hermano Eduardo ayunaba por él, es ahí en que las oraciones no volverían vacías.
A los días, su esposa María Rosale mando un casett de audio para que escuchara el solo, al meterse a su auto reproduce el casett que decía “Mira Eugenio, ¿estas tu solo? Te voy a decir algo cantando, eh decidido seguir a Cristo, eh decidido seguir a Cristo, no vuelvo atrás, no vuelvo atrás”, Eugenio conto a todos y argumentaba que no volverá con ella, su suegra le dio el permiso para que se case con otra mujer.
Eugenio tenía riqueza a causa de negocios, uno de los abogados le dice tener un negocio para él, un millón de dólares por hacer firmar a una mujer y un bono extra de más de 800 mil dólares al finalizar el trabajo, Eugenio pregunta dónde encontrarla y la respuesta fue, en la iglesia pentecostal, entonces Eugenio se cortó el cabello, se sacó los collares, se compró biblia, se puso ropa adecuada, y fue a la iglesia en la que un ujier le dijo, “el señor le ha traído”, el al ingresar miraba como lloraban y cantaban las personas mientras buscaba a la mujer para hacerla firmar el documento, entonces el pastor empezó a predicar, hablar en lenguas, y empezó a describir la vida de Eugenio, él quiso salirse y al recordar el dinero que podría ganar volvió, se hizo conocido en la iglesia como Jesús (su segundo nombre), al salir del culto Eugenio volvió a las misas negras y entre asistencias a la iglesia pentecostal conoció a la señora de la firma.
Un día al llamarle a María Rosa y mandarle 15.000 dólares para comprarse una camioneta, Eugenio se va a la iglesia y al ingresar ve a todos de rodillas, el ujier le pidió arrodillarse mientras de reojo buscaba a la hermana Miriam (la mujer a hacerla firmar), Eugenio pidió a Dios mostrarse para ver si de verdad existía, el pastor predico y volvió a contar la vida de Eugenio y le dice a todos: “tú vas a comprar una camioneta”, Eugenio entre dudas hablo con el pastor y le cuenta todo, el pastor le mira sin hablarle, al rato manda a llamar a la hermana Mirian, resulta que la hermana ya se fue y el pastor le invito al otro culto en la que una hermana contaría su testimonio de curarse del SIDA, Eugenio pensaba que en las misas negras no pudieron curar el SIDA y él pensó entonces que Dios es más poderoso, la curiosidad y la firma del documento le llevaron al otro culto.
Eugenio asiste a su última misa negra de su vida, ahí se mostró un demonio (Zarabanda), le pidieron que se acerque y el no quería, Zarabanda le dice: “tú, ven acá”, le dio la mano y le dijo que Eugenio ya no creía en él, él sabía que Dios le estaba llamando, mientras tanto el demonio le pidió solo adoración y nada más.
Eugenio conto a sus amigos que tiene pacto satánico, no lo creen y los lleva al lugar, en eso se revienta el vidrio del auto en el que estaban, misteriosamente sale una mujer de la casa del lugar y le pidió que ingrese porque Zarabanda quiso hacerlo el espiritista más grande de California, los amigos quedaron sorprendidos.
Eugenio se da cuenta que no podrá salir de ese mundo satánico, se da cuenta que: o estamos con Dios o estamos con el diablo, en la noche los demonios empezaron a molestarlos, tanto así que levito en su dormitorio, junto a él vivía una mujer que temió al ver lo que sucedía con Eugenio, al rato apareció un amigo que le pidió ayuda, el soñaba que su padre fallecido le jalaba de los pies, entonces Eugenio le llevo a la reunión satánica, su amigo se asusto por las cosas que hacían, entonces lo llevo a la iglesia pentecostal, la misma en la que buscaba la firma de la señora Miriam. Justamente la iglesia tomaba retiro y los invitaron, el mensaje del culto fue; dónde vas a pasar la eternidad, el amigo de Eugenio paso al altar y pidió que lo acompañe, ahí baja el pastor del altar y le dice a Eugenio: “ven, ven, ven”, Eugenio no quiso pasar, los pastores le decían una vez más; “ven, ven, ven”, al llegar adelante el pastor le dice arrodíllate, y ambos pastores le pusieron la mano para orarle, el empezó a sentir amor por María Rosa, por sus hijos, Eugenio decide despedirse de la reunión satánica pero ellos no lo dejaron y Eugenio les dijo, “el que está conmigo es más poderoso”
Desde entonces el diablo quiso matarlo, exploto el motor de su auto, quiso tentarlo, una vez más el diablo quiso matarlo, exploto el motor del avión y así evitar que Eugenio vuelva a casa, al llegar vio a su esposa con vestimenta de cristiana, Eugenio se sintió sucio, y María Rosa le dijo, “ven y te enseñare como es una mujer cristiana”, al encontrarse ambos y sus hijos lloraban y se abrazaban.
María Rosa le lleva a Eugenio a la Iglesia del Movimiento Misionero Mundial, él no se veía de pastor, es ahí donde le diagnostican un tumor en el cuello, pidió al pastor orar por su cuello y el tumor no se perdía, Eugenio se negaba servir a Dios y adorarlo, al terminar un culto, su hermano Eduardo le dijo, “tanto nadar para morir en la orilla, busca a Dios, el tiene algo para ti”, Al llegar a casa por la noche Eugenio agarro la biblia en la sala y se arrodillo diciendo, “yo nunca te vi ni te oí, pero tu me ves y escuchas, porque tengo este tumor, dime solo si me voy a morir o no”, esa noche oyó la voz de Dios que le decía, “ordena tu casa porque morirás y no vivirás”, Eugenio comenzó a temblar, y Dios aun le decía, “tu ibas a mi casa y te burlabas, hiciste pacto con el diablo”, Eugenio recordó todo como si fuera una película.
Esa noche Eugenio soñó ver su propio velorio, vio a su esposa llorar al pie de su ataúd, empezaban a llevarle al cementerio, vio cuando le echaban tierra, vio su nombre en una cruz, es ahí en que Eugenio le pide en el mismo sueño a Dios; “dame más vida, un día más para servirte, déjame ver crecer a mis hijos, voy a dar testimonio de donde tú me sacaste, yo quiero tener un pacto contigo”, despierta y se da cuenta que estaba en oración, ingreso al dormitorio donde estaba María Rosa, le conto que se quedaría viuda, Eugenio se volvió a dormir y soñó, Dios le mostraba ciudades grandes y le decía, “todo esto es tu heredad”, abrió los ojos y vio su tumor en el cuello, al volver a dormir soñó con una alfombra roja y el pastor diciéndole, “entra, el Señor te está esperando”, Eugenio ve una multitud donde le entregaron un micrófono, vio a la gente y despertó, ahí se dio cuenta que el tumor en el cuello desapareció.
Su esposa María Rosa le ofreció desayuno y el pidió ayunar, ayunar para pedir pacto con Dios, Dios le recuerda “ordena tu casa” en lo que vio un amigo y le conto, este respondió que para el cristiano el morir es ganancia y se pusieron a orar, al finalizar le ofreció comida, Eugenio lo rechazo por su ayuno, el pidió a su amigo cuidar a sus hijos, en ese instante tembló la pared, Eugenio vio el cielo abierto que decía, “clama a voz en cuello y anuncia mi voz como una trompeta”, empezó a hablar en lenguas, recibió el bautizo del espíritu santo como si todo fuera un sueño.
El mismo día, un 11 de enero del 1993, a las 11 am aproximadamente Eugenio estaba tirado en el piso, su amigo le tomo de la mano y le dijo que no morirá, que Dios tiene un plan con su vida, Eugenio sale a la calle y vio a las personas con angustia, al caminar por la calle pasa por una iglesia no cristiana y vio 2 personas con vestimenta secular, Dios le dice “que de labios le honran y no de verdad”, Eugenio conto a su hermano y después a María Rosa, desde ese día empezó a predicar, vio personas sanadas, resucitadas y muchos milagros, Dios lo lleva por el mundo predicando su palabra.
Dios también tiene planes contigo, el diablo no tiene parte ni suerte, Dios es el que gana todas las batallas.

Transcripción: Vladimir Oscar Blanco