DIOS TE BENDIGA

Si te bendicen, ellos serán bendecidos, si te maldicen, serán malditos. Las palabras tienen poder, declarar con fe es creer algo que no se ve como si ya estuviera hecho y de esa manera ya tenemos ganada media batalla el resto debemos ejercer un esfuerzo.

Para cuando nuestro Señor regrese por segunda vez tenemos que seguir trabajando hasta ese día y ser útiles en las manos de nuestro único salvador, viviremos situaciones incomodas, amargas que harán que queramos tirar la toalla y dejar todo pero es ahí cuando podemos clamar para que e l señor nos de fuerzas.

Miremos las estrellas, el cielo y bendigamos porque aún podemos verlas y por qué el Señor nuestro único Dios nos permitió un día más verlas, no tendrían que salir de nuestra boca palabras con de seos de morirnos, puede que sea difícil que no conozcas a nadie por lo  que tu etas pasando pero es por eso que en la palabra de Dios nos dice “que el sufrió todas nuestras dolencias”. Él sabe cuánto te duele porque le lo sintió, no te menosprecies, no te detengas a ti mismo, no dejes de luchar por lo que quieres, el señor quiere que cumplas tus sueños, que tu vida sea de bendición para muchos y bendigas y seas bendecido y  aunque te maldigan sigas bendiciendo.

¿Cómo evitar las situaciones amargas? Mira desde otro ángulo, si hay lugar desértico, mira los amaneceres de ese lugar y veras el alba más hermoso, si solo hay lodo mira hacia el cielo encontraras estrellas hermosas. Cambiar tu manera  de pensar sobre una situación hará que evites amargarte. La amargura es el veneno que debemos evitar a toda costa, no solo porque no podrás disfrutar de otras cosas si no que te hará hacer acciones y hablar cosas que pueden ser convertidas en una maldición.

Si no cambias tu forma de mirar las cosas nada cambiara, si bendicen aunque todo parezca que nada podría ser bendecido, cambia tus palabras en vez de decir “todo está perdido” di, hay esperanza, en vez de hablar todo me sale mal, en cambio di la próxima vez me saldrá bien, en vez de maldecir bendice.

Pero no queremos sufrir, no queremos sentir dolor o tener que pasar esa situación tan incómoda y también esta podría ser la puerta hacia una gran bendición. No perdamos la esperanza, la fe, la alegría, la paz por que podríamos estar perdiendo una bendición mayor.

Será difícil para con notro esta aquel que sufrió todo lo que te puedas imaginar, no menosprecies tu vida, no dejes que la amargura se siembre en ti y en vez de bendecir maldigas, en vez de salir de esa situación te entierres más y más. Deja que de tu boca salgan declaraciones de fe, alegría y paz.

Las cosas buenas son las que más cuestan, los caminos que más cuestan por recorrer son aquellos con un final feliz, pero  llegar a la meta no será fácil pero las osas que queremos alcanzar siempre tendrán que pasar por momento. La llegada  a la meta es momentánea pero el aprendizaje del camino hacia la meta es duradero.

Bendice sin importar quien sea, piensa de manera distinta, mira las situaciones desde otra manera, no mires el barro mira las estrellas, mira a nuestro Salvador Jesucristo y llegaras a tu metas sin amarguras, podrás evitarlas solo confía en el aquel que dio su vida por nosotros

Transcriptor: Evelyn Juaniquina Rocabado

Fuente: Predica – ¿Cómo cambiar las situaciones amargas? – Rev. Enrique Valenzuela