Deuteronomio 28:67 Por la mañana dirás: ¡Quién diera que fuese la tarde! y a la tarde dirás: ¡Quién diera que fuese la mañana! por el miedo de tu corazón con que estarás amedrentado, y por lo que verán tus ojos.

Los miedos que cada hombre y mujer tienen son distintos: ¿miedo a la oscuridad? ¿miedo a quedarte soltero? ¿miedo a que entre un ladrón a tu casa? ¿miedo a que te vaya mal en tu negocio? ¿miedo a fallarle a Dios?

El miedo está sacudiendo a los jóvenes y adolescentes así también a los padres que sin darse cuenta caminan con ellos, el miedo tiene un pariente que se llama preocupación, cuando esta llega a tu vida es un terror que es otro pariente y este te invade, el miedo es el padre, si tienes hijos presta atención a la palabra miedo cuando ellos lo pronuncien porque esta también es otro pariente.

Cuanto más te preocupas das vueltas en tu mente y esto no te ayudará a resolver nada pues no llegarán las respuestas que estas esperando, mas al contrario esos malos pensamientos darán un mal fruto, y si vives con el terror siempre te estancaras, no estés preocupado porque esto podría afectar a tu humor, ¿viste a personas con mal humor? es un síntoma de que esas personas están preocupadas y por eso tienden a tratar mal a los demás.

¡La preocupación quiere hundirte y quiere que estés en el suelo!, existe un estudio en el Reino Unido que mostraron que el 40% de los adolescentes  se ocupa o preocupan solo por su apariencia,  hoy en día los adolescentes sufren, como papá o mamá tienes que instruirle a tus hijos para que no sientan la necesidad de cuidar más su apariencia que su vida espiritual. A muchos jóvenes se les escucha decir «no me gusta mi nariz» «no me gusta mi cabello, mejor me cambio de color»  «no estoy conforme con mi estatura», estas son algunas frases que manejan y como papá debes aconsejar a tus hijos que esas frases son como reprochar a Dios y decir que él se equivocó.

Una persona que se preocupa mucho se vuelve deprimida y triste, no permitas que la alegría que debes demostrar te destruyan, ¡enfrenta la tristeza! es la mejor opción y aunque esté tu corazón dolido, ¡disfruta de tu vida!. Hay algo importante que Dios quiere hacer, si tú tienes temor, si tienes miedo y preocupación, ¡confía! el Señor te ayudará.

Job 3:25 RVR1960 Porque el temor que me espantaba me ha venido, Y me ha acontecido lo que yo temía. Hay un hombre de la biblia que  también temía como tú  en algún momento, la diferencia es que él supo manejar esas circunstancias. Presta atención a esta historia, durante muchos años  una mujer tuvo problemas para dormir todas las noches porque temía que un ladrón se entrara a su casa, ella vivía con ese temor que un día iba a encontrar a ese ladrón en su hogar, una noche hubo ruidos el esposo bajo a ver qué estaba pasando  y cuando llegó a la sala encontró a un ladrón y el ladrón le miró al dueño y este le dio la bienvenida y lo invitó  a que vaya a saludar a su esposa que lo estaba esperando durante 10 año, no vaya a ser que de tanto preocuparte por algo que puede que no suceda tu estés yendo a recibir algo que no te agradaría.

No dejes que la alegría se aleje de tu vida por  vivir preocupado, no dejes a tu familia de lado por vivir preocupado, Job dijo «lo que me temía se me vino», ¡cierra la puerta hoy! no des permiso  a los parientes de la preocupación, tu eres un hijo de Dios, eres más que vencedor, Él te dijo que te llevará a alturas, confía Dios, tal vez tu no conozcas tu futuro pero sí Dios, el Señor te tiene en sus manos.

PRÉDICA: ¿El miedo tiene parientes? 

TRANSCRIPTORA: Fabiola Alejandra Checa Aguilar